Un hombre reservado
Don José Zacarías Guerra era conocido por su carácter reservado y la ausencia de amistades cercanas. Vivía prácticamente solo en su casa, en la Calle del Triunfo, en Managua, y se destacaba por llevar una vida extremadamente austera. Su frugalidad le valió el título de uno de los hombres más tacaños de la ciudad capital. A menudo, sufría hostigamiento por parte de los transeúntes, quienes le gritaban y se burlaban de él abiertamente cuando salía de su casa. Además, las paredes de su residencia solían ser vandalizadas con grafitis, pero él soportaba todo esto con un estoicismo sorprendente.
Una semana después de su muerte, representantes de la Municipalidad de Managua fueron convocados a la oficina de un abogado que había encabezado el cortejo fúnebre de Don Zacarías. Allí, el notario leyó el testamento del Sr. Guerra, revelando que dejaba toda su fortuna para ayudar a los niños huérfanos de la ciudad de Managua. Este gesto generó asombro entre los presentes, que siempre habían percibido a Don Zacarías como un hombre avaro. Para cumplir su voluntad, se constituyó un comité de personalidades de la ciudad, encargado de administrar los bienes heredados y asegurar que fueran destinados a los huérfanos de Managua.
Los primeros huérfanos fueron alojados en las casas que Don Zacarías había dejado en la Calle del Triunfo. Se inició entonces el diseño de un asilo con mejores condiciones para atender las necesidades de estos niños y abordar el creciente número de huérfanos en la ciudad. En la finca “La Chancleta”, con más de cien manzanas de terreno, situada al este, en las afueras de la ciudad, se colocó la primera piedra del nuevo asilo el 23 de julio de 1916, en un evento que atrajo a miles de personas entusiastas.
Se continúa con la obra.
En 1958 la presidenta de la Fundación Zacarías Guerra, doña Isabel Urcuyo de Somoza, se adquirieron los terrenos al Sur Este de la Colonia Centroamérica, al lado del Centro Comercial Managua, en donde desde 1963. Actualmente, Hogar Zacarías Guerra está dirigido por un comité que brinda asistencia a niños, adolescentes y jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad social. El hogar cuenta con la autorización del Ministerio de Gobernación, el Ministerio de la Familia y el Instituto Tecnológico Nacional (INATEC), asegurando que su labor sea reconocida y respaldada por las autoridades competentes.